Los chilenos dedican cada vez menos efectivo para atender sus compromisos, nueve de cada diez personas dice haber empleado procedimientos digitales en 2022 y las perspectivas son de que irá a más según apuntan estudios sobre la materia.
Hace poco nos informábamos de la aparición de una corporación Chile Pay cuyo meta es conseguir que el dinero contante y sonante desaparezca a 2030, para lo cual propiciaran el empuje de propuestas en el ámbito financiero dirigidas a levantar un entorno asentado en los pagos cibernético.
Entre las entidades que están tomando parte de esta iniciativa figuran Banco Bci, Transbank, Mastercard, Redbanc, Amazon, Visa, FinteChile, Sodexo, Coopeuch, y algunas más.
Chile no es el único país en el mundo que está avanzando en esta línea. Quizás entre los más adelantados figure Suecia. Una investigación del Deutsche Bank adelanta que los suecos podrían volverse digital para marzo de 2023.
Lo curioso de esta situación es que los nórdicos fueron en el año 1661 los precursores en la utilización de billetes y el Riksbank sueco es considerado el primer Banco Central (1698) que hubo en el planeta. En 2010 -según la web del Riksbank-, el 39% empleaba metálico de forma acostumbrada, en 2020 retrocedió a un 9%, en 2023 probablemente pase a ser algo testifical. El cambio comenzó a último de los 80 con el ingreso de las cancelaciones con tarjeta, hoy considerado como el más empleado en transacciones de bajo valor y alto volumen.
China también está optando por la desaparición del dinero físico. La circulación de monedas cayó de un 11% del PIB en 2012 a un poco más del 8,5% en 2022. Informes destacan que más de tres de cada cuatro consumidores prefieren los abonos informatizados.
Volviendo a Chile, digamos que en un reciente reporte de Mastercard, el New Payments Index 2022, responde a una encuesta realizada entre marzo y abril y dirigida a analizar el empleo de medios de pagos digitales a través de entrevistas realizadas a 35 mil ciudadanos esparcidos por todo el mapa, los resultados aportan luces interesantes en general como en lo concerniente a Chile.
A escala latinoamericana el Índice de Mastercard descubre que el 86% de los compradores latinos han echado mano a lo menos a un régimen de pago emergente en el último año. En cambio, un 77% de los estadounidenses y el 74% de los europeos prefieren las conductas tradicionales a las más novedosas. Los latinos están dispuestos a hacer uso de metodologías emergentes, léase la biometría, las monedas virtuales y el código QR, además de las liquidaciones sin contacto.
Según el sondeo los interesados regionales están acostumbrados a las Fintechs y la banca abierta, facilitan a los usuarios una mejor administración de sus negocios y/o de sus economías privadas.
Alrededor del 50% de la clientela latinoamericana ya usa sistemas numéricos para realizar 5 actividades de capital y el 78% de ellos están interesados en soluciones flexibles que les permitan, por ejemplo, cambiar la fecha de desembolso de sus facturas, especialmente aquellos con ingresos irregulares y los milenials jóvenes que rebosan de optimismo, más conectados que nadie. Asimismo, son de este grupo, los usufructuarios que interactúan con los nuevos instrumentos.
Walter Pimenta, vicepresidente de productos e innovación de Mastercard Latinoamérica y el Caribe, sostuvo que “el futuro de los pagos ya está aquí. Cada vez más latinoamericanos recurren a la tecnología para realizar sus operaciones financieras y se espera que esta tendencia continúe el alza, pues un abrumador 95% planea hacer uso de un método de pago digital para el año entrante y un 29% reconoce haber usado menos efectivo el año pasado”, comentó.
Ahora bien, un 83% de los chilenos se valió de un sistema virtual para pagar, señalaron la billetera digital (35%) y el código QR (31%). Un 71% usó técnicas biométricas para la identidad y saldar cuentas la estiman más seguro que un PIN, una contraseña u otra forma de identificación.
Así, los beneficiarios exhiben mayor disponibilidad para ocupar aparatos móviles a la hora de cancelar compras. El 63% reconoció una ascensión en la ocupación de know-how portable. Persiguen seguridad (54%) y priorizan la rapidez que ofrecen las aplicaciones del área de finanzas.
Expertos reconocen que en el caso de Chile la adaptación se debe a la gran rapidez de internet y la gran penetración de los celulares y de los planes de datos. Añaden que la velocidad y estabilidad del servicio es fundamental, de un lado permite que la promesa de cumplir con el compromiso pueda materializarse y el intercambio opere como es debido. Una menor prontitud probablemente no funcionaría.
Los individuos menores de 40 años son más propensos a percibir soluciones digitalizadas emergentes como seguras. Aunque igual son utilizadas por gentes que maduraron manejándose en la banca tradicional, quizás son más suspicaces, lo que constituye -para todos los agentes de la cadena de pagos- una oportunidad para construir confianza.
Concluimos, el director ejecutivo de Chile Pay, Maximiliano Pino, indica “desde nuestra perspectiva, los cambios o ajustes regulatorios deben apuntar a generar espacios de encuentro para que los distintos actores del ecosistema puedan contribuir al desarrollo del entorno de medios de pago digitales”, dijo.
El próximo domingo 25 ya estaremos en Navidad, una fiesta entrañable de cuantas existen, los cristianos revivimos el nacimiento de Jesús, fuente de fe y esperanza ante las adversidades que nos rodean.
¡FELIZ NAVIDAD 2022!
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