Hace pocos días la Cámara Chilena de la Construcción (CChC), daba a conocer la Infraestructura Crítica para el Desarrollo (ICD) que requerirá Chile para el período 2018-2027, estimada en 174.505 millones de dólares a materializar en la década.
Los 3 ejes estratégicos de las inversiones en Chile
Tres son los ejes estratégicos en torno a los cuales se agrupan trece sectores con sus respectivas exigencias de inversiones. Así, tenemos (I) infraestructura basal, involucra recursos hídricos, energía y telecomunicaciones; (II) infraestructura de apoyo logístico envuelve a vialidad urbana e interurbana, aeropuertos, puertos, ferrocarriles y logística; (III) infraestructura de uso social implica espacios públicos, hospitales, cárceles y educación. Viabilidad Urbana, acapara las mayores necesidades de inversión sumando 60.776 millones equivalente a un 35% de la totalidad.
Tan importante es poder concretar este desembolso si se atiende a las valoraciones realizadas que anticipan para 2025 una duplicación del parque automotriz de Santiago. Lamentablemente en el bienio último lo avanzado fue mínimo -2.283 millones-, en relación al global previsto entonces.
El ordenamiento urbano en Chile es prioritario
Se identifica como prioritario el ordenamiento urbano, la trascendencia “creciente de las ciudades ha transformado este ítem en protagonista de la calidad de vida de los próximos 30 años. La “urbanización” es una tendencia de alta probabilidad e impacto. Su consecuencia positiva es que las ciudades se transforman en motores de actividad que articulan viajes y dinamizan la actividad económica”.
A continuación le siguen, telecomunicaciones, hablamos de 24.838 millones, el principal desafío está en mejorar el acceso a banda ancha y ampliar la red troncal de fibra óptica, que aún están bajo del promedio de la OCDE.
Luego viabilidad interurbana con 20.343 millones y recursos hídricos 18.254 millones, en esta se prevén obras tales como disponibilidad de agua y protección contra inundaciones y aluviones.
Más sectores en los que debe invertir Chile
En energía se calculan 8.959 millones, reforzar la distribución para asegurar el abastecimiento regular, respetando las normas de seguridad y por encima de todo eficaz. Refiriéndose a los puertos la cifra es de 5.242 millones, las urgencias se concentran en poner en marcha el Puerto de Gran Escala de San Antonio, especialmente atendiendo a que los plazos en este tipo de proyecto son más extensos.
Ferrocarriles lo supuesto alcanza los 4.893 millones, se intentará desarrollar el transporte de cargas y proyectos para el transporte de pasajeros a través de conexiones interurbanas y que se requiere también el desarrollo de una estrategia nacional.
Los aeropuertos deberán invertir 1.659 millones, en el país más largo del mundo son una demanda irrenunciable, el compromiso está dirigido a preparar una superficie adicional por sobre los 100.000 m2 repartidos entre distintos terminales aéreos.
Existe un apartado dedicado a la prevención y mitigación de desastres naturales. El Banco Mundial estima una dispendio de 2.400 millones, con ello se aspiraría a disminuir el número de personas afectadas y al mismo tiempo aliviar las condiciones para retomar cuanto antes la normalidad en la vida de los afectados.
Crecimiento del área social chileno
Finalmente, en el área social, Salud experimentó el mayor crecimiento, un 18,3%, sobresale el plan para aumentar el número de camas cada 1.000 habitantes. Chile cuenta con 2,2 camas por cada mil habitantes, mientras el promedio OCDE es de 4,9.
Educación, se desembolsarían 15.693 millones, se apunta a que hacen falta 9 millones de m2, sobre todo en aulas y espacios complementarios, léase bibliotecas, gimnasio, etc. Espacios públicos, reduce adquisición de 859 millones a 640 millones para el nuevo decenio, dirigido a zonas verdes especialmente.
Un tercio del monto general será exclusivamente con cargo al Estado, otro vendría de los privados, y el faltante correspondería a una colaboración público-privada. Para esto es perentorio estimular el actual sistema de concesiones adecuándolo al momento presente si fuera necesario, junto con crear nuevas regulaciones invitando e incentivando a las empresas a interesarse por participar.
Tomás Pablo Roa, presidente ejecutivo de Wolf y Pablo Consultores, S.L.