El Banco Central de Chile redujo en 50 puntos base la tasa de interés de política monetaria (TPM), situándola en el 2,5%, la decisión fue tomada por la unanimidad de sus miembros.
Los argumentos del Consejo del Banco apuntan al enmarañado ambiente universal, señalan en su comunicado, “los temores de que esto lleve a un peor desempeño de la economía mundial han afectado la valoración de los activos, con caídas de las bolsas y bajas de las tasas de interés de largo plazo. Además, se ha producido una apreciación global del dólar y una disminución de los precios de las materias primas, incluido el cobre”.
En cuanto al entorno local dicen, “el Consejo considera que, a la luz de la actualización de los parámetros estructurales, la recuperación de la economía no ha sido suficiente para cerrar la brecha de actividad e impulsar la inflación. Por ello, estimó necesario recalibrar el impulso monetario”.
Esto coincide con lo afirmado por el Fondo Monetario Internacional, FMI, quienes constatan un aumento de las tensiones comerciales, afectando los intercambios de bienes y servicios, lo cual podría llevar a reducir más las inversiones, lo cual disminuirá la productividad y el crecimiento.
Asimismo, agrega “la publicación de las Cuentas Nacionales del primer trimestre ratificó un crecimiento de la actividad por debajo de lo proyectado, debido a un peor desempeño de ciertos rubros más volátiles —ligados a recursos naturales— y de la minería”.
Esta reducción es la mayor disminución de la tasa de interés en Chile desde junio de 2009, cuando el mundo afrontaba la crisis financiera planetaria originada por la llamada burbuja inmobiliaria.
Los expertos venían barajando desde hace algún tiempo una reducción de 25 puntos base para el segundo semestre del año. De ahí el asombro y especialmente la magnitud de la misma.
Igualmente, el Central “consideró la actualización de las estimaciones de los parámetros estructurales que se utilizan para la evaluación del estado de la economía, sus perspectivas y la calibración de la política monetaria, cuyos detalles están incluidos en el IPoM de junio que se publicará el lunes próximo a las 8:30 horas”.
Así, cuantificó “el efecto del fuerte flujo inmigratorio de los últimos años sobre el crecimiento tendencial y potencial. El Consejo estima que el primero se ubica en un rango entre 3,25 y 3,75% para el período 2019-2028, y el segundo, en torno a 3,4% para el período 2019-2021. Para ambos significa un incremento de 25 puntos base respecto de las estimaciones previas. Esto, sumado al menor crecimiento del primer trimestre, lleva a una ampliación de la brecha de actividad”.
Además, refiriéndose al crecimiento del país indican “a que en el 2019 el PIB crecerá entre 2,75 y 3,5%, mientras que en el 2020 y 2021 lo hará entre 3 y 4%, asociado a una recuperación del ritmo de expansión en la segunda mitad de este año y el mayor crecimiento potencial”.
De este modo, “el Consejo considera que, de darse el escenario base, este cambio en la TPM será suficiente para asegurar la convergencia de la inflación a la meta en el horizonte de política. Hacia adelante, el inicio de la normalización de la TPM dependerá de que la inflación transite claramente hacia el 3%.”
Continúa, “para esta evaluación será especialmente importante la forma en que el mercado laboral absorba el fuerte flujo inmigratorio, la respuesta de la inversión y los desarrollos del escenario externo. Con ello, el Consejo reitera su voluntad de conducir la política monetaria con flexibilidad, de manera que la inflación proyectada se ubique en 3% en el horizonte de dos años”.
Analistas califican como apropiado y correcto la actualización del ente rector chileno atendiendo al acontecer económico que se viene observando tanto en el exterior como interior y su repercusión en Chile.
Estamos ante un estímulo monetario si consideramos la actual singladura en la que está inmerso el escenario internacional, el bajo crecimiento de la actividad en el primer trimestre fuera y dentro de Chile y los reducidos índices inflacionarios aún alejados del rango meta del 3%.
Al concluir, quizás, la minoración en 50 puntos base pudiera hacer suponer que está tendrá efectos por un largo período, aunque habrá que esperar hasta finales del tercer trimestre de 2019 para valorar los efectos habidos en la expansión de la economía y si correspondería o no hacer nuevos cambios.
Tomás Pablo Roa, presidente ejecutivo de Wolf y Pablo Consultores, S.L.