La marca Chile está en el lugar 37 de las 100 más valiosas del mundo, según el índice Nation Brands 2017 (NB) elaborado por Brand Finance.
Si nos concentramos en el hemisferio sur, Chile ocuparía el puesto número 5, solo superada por Australia, Indonesia, Brasil y Argentina. En el conjunto de América Latina se sitúa en cuarta posición, tras México Brasil y Argentina.
Chile avanzó dos lugares en relación con la medición anterior; Brand Finance cifra el valor de su marca en 301.000 millones de dólares, un 31% más que en 2016 -una de las alzas más altas de la presente edición-. El rating global asignado a la marca Chile es AA, el mismo que China, España, India, Corea del Sur, Arabia Saudita o República Checa. Supera a México (A+), Brasil (A) y Argentina (A-).
A esta calificación (AA) se la define como "muy fuerte", situación extensiva no solo al país como un todo, sino también a las empresas chilenas, muchas de las cuales han alcanzado notoriedad a escala global.
Los líderes
¿Cuáles son las marcas más fuertes y valiosas? La número 1 es la de los Estados Unidos, 21 billones de dólares (AAA-); le siguen China, 10 billones (AA); Alemania, 4 billones (AAA-); Japón, 3,4 billones (AAA-); Reino Unido, 3,1 billones (AAA); Francia, 2,9 billones (AA+); Canadá, 2 billones (AAA-); India, 2 billones (AA); Italia, 2 billones (A+); Corea del Sur, 1,8 billones (AA); Australia, 1,5 billones (AAA-); España, 1,4 billones (AA); México, 1,05 billones (A+); Suiza, 1,01 billones (AAA), y Holanda, con 1 billón (AAA).
Uno de los activos más importantes y valiosos de un país lo constituye su propia marca. Si esta es positiva, amigable y cercana, impactará favorablemente en su imagen exterior, y especialmente en todo lo proveniente de su espacio territorial.
Una marca país no se gestiona sola. Hay instituciones preocupadas de su buen hacer y, por qué no decirlo, todos somos un poco responsables de apoyarla y colaborar para conseguir una mirada amable de quienes nos observan. El NB 2017 nos enseña, a través de las evaluaciones otorgadas a los mejores -"excepcional", "muy fuerte" o "fuerte"-, los beneficios logrados por estos si la administran correctamente: atraen y fomentan la inversión interna; agregan calidad a las exportaciones; atraen turismo y capital humano de talento.
La estabilidad política y económica, junto a la seguridad jurídica proyectada por las naciones, es el factor básico y fundamental para atraer capitales directos de otras latitudes. Comunicarlo y enseñarlo tanto de forma explícita como implícita en la marca país es una tarea primordial de los sectores público y privado. Este trabajo tiene menos de orgullo nacional, que también, y más de mejoras económicas aportadas por un distintivo nacional fuerte.
Los valores adjudicados por el reporte de Brand Finance a las cuatro primeras marcas de América Latina los lidera México, país de 130 millones de habitantes; su cuantía se estima en 1.049 millones de dólares. A continuación figuran Brasil (210 millones), avaluada en 798.000 millones; Argentina (48 millones), preciada en 314.000 millones y Chile, 18 millones a solo 13 mil millones del tercero.
Los mayores crecimientos habidos en relación con el índice pasado las proporcionaron Islandia, España y China, con un 83%, 46% y 44% de incremento, respectivamente.
Cuatro fortalezas
Volviendo a Chile, la marca país se sustenta en cuatro pilares: enclave con una geografía de extremos; patria donde convive lo moderno con lo tradicional; nación con vocación de progreso; pueblo en el cual es posible desarrollar y establecer vínculos de confiabilidad.
Empresarios, profesionales y trabajadores chilenos buscan "siempre nuevas maneras de avanzar, de innovar, de desarrollarnos. Así lo hacemos con nuestros productos y servicios, que cautivan por su excelencia en distintas partes del mundo. Así lo hacemos con nuestras ciudades, que crecen y se conectan, para mejorar la calidad de vida de su gente".
Transmite confianza integrándose "a nivel internacional, creando redes abiertas y dinámicas marcadas por la estabilidad y seriedad a la hora de actuar". Son frases extraídas del relato que da sustento a la marca Chile.
Finalmente, las percepciones procedentes de un país suelen ser muy poderosas, las decisiones de inversión o comerciales no son solo racionales, hay un espacio enorme ocupado por las emociones transmitidas por este. Son muchas las empresas y personas chilenas que se han abierto un lugar fuera de sus fronteras a partir de las sensaciones positivas emanadas de la marca Chile.