Las oportunidades para impulsar intercambios comerciales y/o activar nuevas inversiones en la minería chilena del cobre estarán de regreso. Esto es perceptible en un incremento paulatino del precio de este mineral, lo cual llevaría a la reactivación de propuestas pasadas y entrada de otras nuevas ante este mejor panorama.
En efecto, el mayor crecimiento observado en China -un 6,9 por ciento-, ha sido uno de los revulsivos de la demanda cuprífera, este se ha apoyado en un consumo interno propulsado por una política monetaria y fiscal expansiva y un plan de infraestructuras de grandes proporciones y que cuenta con una financiación ya sobre los 210 mil millones de dólares.
Hace pocos días, la Comisión Chilena del Cobre (Cochilco), volvió a subir sus previsiones para este 2017, estableciendo en 2,77 dólares el precio promedio de la libra de cobre para este año, superando los 2,64 del reporte antepuesto. Para 2018, estimó 2,95 la libra, esto es, 0,27 centavos más sobre la previsión de junio.
Las perspectivas de demanda mundial de cobre para este año se espera que lleguen a 23,72 millones de toneladas, lo que significa un alza de 1,3 por ciento en relación al pasado año. Por su parte, la oferta se expandirá 0,2 por ciento alcanzando los 23,62 millones de toneladas debido a una caída en la producción de cobre refinado del 2,4 por ciento a nivel mundial. Según los expertos esta baja sería compensada por el procesamiento de chatarra. Al concluir los doce meses se prevé un déficit de cobre de 98 mil toneladas.
En 2018 las predicciones son de una recuperación de la producción a escala global, expandiéndose un 4,3 po ciento, llevando la oferta de refinado a los 24,11 millones de toneladas, un 2,1 por ciento más.
Aumento del 7,8 por ciento para 2018
En este sentido, la producción chilena se situaría en torno a 5,327 millones de toneladas en este ejercicio, lo que constituye una caída de 4 por ciento con relación al período anterior. En 2018, habría una aumento de un 7,8 por ciento, alcanzando los 5,740 millones de toneladas.
Entre los planes de trabajo en ejecución para este periplo anual sobresalen cuatro líneas: el "Observatorio de Costos de la Gran Minería del Cobre", los encadenamientos productivos, el desarrollo de proveedores y la diversificación productiva. Además, se elaborará un estudio enseñando cómo la minería ha impactado positivamente en el desarrollo de la humanidad; y se trabajará en un Modelo Análisis de Riesgo Crediticio para la Mediana Minería.
Igualmente, se están impulsando actividades dirigidas a estrechar lazos con países latinoamericanos fomentadores del desarrollo minero, tales como Perú, Ecuador, Colombia y Argentina. Del mismo modo que sucede con China y Australia.
La puesta en marcha de varias propuestas hasta ahora detenidas, cuya suma es superior a los 20.000 millones de dólares, sería uno de los resultados esperados. Por encima de los 3 dólares la libra, un alto número de ellos sería rentable su explotación.
En el catastro de proyectos 2017-2026 de Cochilco aparecen El Abra Mill Project, que calcula una inversión de 5.000 millones y busca mantener la continuidad operacional del yacimiento controlado por Freeport. En similar situación se encontraría Sierra Gorda, iniciativa de 2.000 millones de la minera KGHM.
Otros podrían ser la fase I de la ampliación de Los Pelambres de Antofagasta Minerals (1.050 millones), Quebrada Blanca Hipógeno de la canadiense Teck (4.700 millones), Nueva Unión (3.500 millones), la fase II del proyecto Súlfuros RT de Codelco (4.250 millones) y Mantos Blancos, de la firma Mantos Cooper (US$ 181 millones). En cualquier caso, el comienzo será acompasado y dependerá muy mucho de la consolidación de la franja de precio.
La versión 2017 de este registro 20172026 incluye 47 iniciativas, diez más a las tenidas en 2016, y reflejan un aumento neto con respecto al portafolio precedente de US$15.648 millones. La cartera la integran dos grupos: el primero con mayor probabilidad de materializarse en los plazos presupuestados por las compañías mineras propietarias (totalizan 28 avaluados en US$ 32.398 millones); el segundo son opciones con menor probabilidad de materializarse en los plazos previstos, como también los más propensos a verse afectados por cambios en las condiciones de mercado (corresponden a 19 proposiciones por un total de U$ 32.458 millones).
A modo de epílogo, cabe decir que, en producción minera, el potencial de Chile se ha mantenido intacto, pero las condiciones de desarrollo de la industria han variado. Así, los costos han crecido, la productividad ha bajado y la sostenibilidad ambiental y social constituye un requisito ineludible para dar comienzo a una obra. En resumen, estos son los retos a enfrentar para garantizar la producción actual y plasmar los esquemas futuros.