En estos últimos tiempos uno de los aspectos más valorados por los inversores, empresarios y emprendedores que visitan Chile es el excelente ambiente de negocio con el que se encuentran, algo absolutamente indispensable cuando se desea desarrollar negocios a mediano y largo plazo.
Por supuesto, la solidez de las instituciones, la estabilidad de la macroeconomía, un marco regulatorio claro y conocido, una fiscalidad amigable con los que promueven nuevos negocios o la disponibilidad de capital humano son, junto a otros tantos factores, los ingredientes indispensables que dan vida a un entorno favorable para el crecimiento y la inversión.
Se estima que en 2018 afluirán 21.700 millones de dólares al mecado local.
A nivel global el Fondo Monetario Internacional (FMI) mantiene su proyección de crecimiento para la economía mundial de un 3,9% para este 2018. La actividad económica real avanza con paso firme y potente, alejada de los ruidos que suelen venir de las plazas financieras.
Tranquilos ante la Fed
Una de las preocupaciones más mencionadas en estos momentos en las lecturas del devenir económico es la posible alza de la tasa de política monetaria por parte de la Reserva Federal de Estados Unidos - se han anunciado un mínimo de tres para este año - esto sucedería ante una aceleración de las presiones inflacionarias. Según los analistas, Chile no estaría en la lista de los más afectados. Quienes pueden pasarlo mal son aquellos que exhiban grandes déficits en su cuenta corriente y requieran del ahorro externo para poder financiarse.
Así, Chile debería preocuparse por sus principales socios comerciales, de modo muy especial China. Un dólar apreciado frente al yuan, quizás, restaría poder de compra de los chinos en dólares, perturbando las transacciones de materias primas, tales como el cobre.
La afluencia de capitales a Chile, dirigidos sobre todo al sector inmobiliario, las energías renovables y la minería, está fortaleciendo al peso chileno. Para 2018 se estiman en 21.700 millones de dólares el monto de divisas que harán su entrada en el mercado local. Los exportadores nacionales deben esmerarse más y diversificar su oferta para mantener el atractivo de sus bienes o servicios.
Decíamos al comienzo que en Chile se está ante un escenario muy favorable para acometer nuevas oportunidades; las expectativas crecen y la confianza vuelve a estar muy presente.
Según la consultora Newmark Knight Frank, la tasa más baja de disponibilidad de oficinas de Latinoamérica en 2017 la tuvo Santiago: registró un 5,7%, lo que es igual a 151.000 metros cuadrados disponibles. Las causas serían la ausencia de entrega de proyectos en los dos últimos trimestres, y una demanda continua por interesados que no paran de crecer.
Los expertos afirman que este "mercado es cíclico". En la medida en que "mejora la economía, mejora, también, la demanda por oficinas, porque se potencian". En efecto, el estudio sostiene que la situación económica del país, sobre todo el crecimiento interanual de noviembre (3,2%), el aumento de 2,9% en la producción minera y el alza del precio del cobre en un 30,1% durante 2017, son incidencias positivas para el alquiler de oficinas.
Refiriéndose al valor promedio por metro cuadrado en Santiago es de 24,32 dólares, por encima del de la región (22,94 dólares). A la capital chilena la superan con valores más altos Río de Janeiro, São Paulo, Buenos Aires y Ciudad de México. Algunos de estos países están con vacancias por sobre el 20%.
Auge de la minería
Vamos con más datos que avalan este buen comportamiento del desarrollo chileno: la subida de las ventas de automóviles nuevos en enero (29%); los proyectos en marcha en el sector minero, que suman 15.557 millones de dólares.
Conocedores de la propuesta de minerales, sostienen que esta cifra de iniciativas en ejecución en la minería es preludio de la llegada de nuevas actividades. La actual supone un 12% más que la medición anterior.
Aunque esto pudiera indicar que la reactivación ya está aquí, aún es pronto para sostenerlo con rotundidad. En cualquier caso son números muy alentadores. Los emprendimientos mineros son trabajos de largo plazo, el precio que interesa no es el de hoy (3,24 dólares la libra), sino el proyectado a futuro. El catastro de iniciativas mineras en evaluación alcanza ya los 37.662 millones de dólares.
Por último, el Barómetro de empresa realizado por Deloitte, entre sus muchas mediciones aportadas, señala sobre las expectativas de directores y gerentes locales para 2018: "Un 34% cree que en 2018 la inversión aumentará, y un 51%, que al menos se mantendrá el ritmo obtenido en el año 2017". En esta línea, consultados por aquellas materias en que el próximo Gobierno debe poner prioridad, el 78% nombró el "fomento de la inversión privada", y 35%, la "disminución del gasto público". Además piden potenciar la minería (55%) y la construcción (40%).