Europa es una de las regiones del mundo donde las tasas de homicidios dolosos por cada 100.000 habitantes están consideradas de las más bajas del planeta. Por contra, América Latina, con solo el 8% de la población mundial, acumula el 38% de los crímenes cometidos.
Por su parte, en el continente americano, Canadá, cuenta con la tasa más reducida, 2,7 muertes por cada cien mil habitantes, seguido de Chile, con 3,3, informa "InSight Crime" 2017. La más alta correspondió a Venezuela con 89, a continuación aparece El Salvador con 60.
Para situarnos y despejar dudas. No obstante que Chile, figura bien colocado en esta clasificación, su registro duplica a España y aún está más alejado de los más pacíficos de Europa, sin duda, lo están haciendo mejor.
En el Viejo Continente sobresalen por sus bajos índices de criminalidad los Países Escandinavos, Países Bajos, Austria o España. Expertos en la materia lo atribuyen a mayores niveles de desarrollo alcanzado por todos ellos. Se acota que las generaciones actuales han sido adiestradas para la paz y educadas para convivir y exponer sus capacidades en sociedades abiertas. La violencia en cualquiera de sus formas es rechazada.
“InSight Crime" 2017, nos cuenta “Chile es una vez más el país menos homicida de Latinoamérica, con solo 550 homicidios registrados entre enero y noviembre de 2017, según datos oficiales de la policía”. Añade, “el promedio mensual de homicidios que esta cifra indica sugiere que el país del Cono Sur cerró 2017 con cerca de 600 asesinatos, y una tasa de poco menos de 3,3 por 100.000 habitantes. Esto representa un ligero incremento sobre 2016 y 2015, cuyos índices respectivos fueron 2,7 y 2,9, pero permite a Chile gozar de datos de seguridad muy por encima de la gran mayoría de sus contrapartes regionales” afirma.
El 70% de estos delitos están relacionados a las drogas y a lo vinculado a ella afirma la autoridad policial chilena. De este porcentaje el 80% está supeditado a la operación, léase poderíos territoriales, o sustracción de narcóticos. El 20% restante se atribuye a otra clase de “ajustes de cuentas”. Lo ajeno a este submundo, vale decir el 30%, tienen su origen en el entorno de robos con violencia, asuntos pasionales o familiares.
Chile es el segundo país más seguro de América, sólo por detrás de Canadá
Las estadísticas de los últimos diez años muestran una situación sin subidas o disminuciones desmedidas. Se le atribuye a la penalidad asignada al ilícito -desde diez años y un día de presidio efectivo-, condena social y certidumbre en las indagaciones, el escaso movimiento en los números estadísticos.
Un antecedente interesante, el 91% de los casos abiertos concluye con la detención del autor o autores, o con la expedición de una orden de detención. Otro apunte no menor: la certeza criminalística hallada en la totalidad de estos sucesos es tal que la declaración del inculpado no es primordial. En el resto las pesquisas continúan abiertas buscando retratar o encontrar pruebas conducentes a la identificación del sospechoso.
Conforme a la Brigada de Homicidios de la PDI, el pasado año un 54% tuvo lugar en la Región Metropolitana. El 46% se reparte entre las catorce regiones chilenas, siendo Bío-Bío, Valparaíso y La Araucanía las más relevantes en este conteo.
Fundación Paz Ciudadana, organización sin fines de lucro cuyo objeto es apoyar mediante propuestas en políticas públicas, acciones y estrategias en materia de seguridad y justicia para el país, refiriéndose a la inmigración recibida dicen, ''en Chile, los inmigrantes son más bien víctimas que victimarios. Y de todo tipo de abusos".
Una de las consecuencias testimoniales del tremendo esfuerzo realizado por Chile en estos últimos cuarenta años está siendo liderar una infinidad de rankings económicos y de bienestar en la región. Esto se ha debido, también, a los inmigrantes venidos de diferentes lugares globo, aunque la mayoría procede de países de América, con su trabajo han contribuido como el que más en este salto hacia adelante.
Estudios de Paz Ciudadana apuntan, la victimización que en general afecta a los hogares chilenos tiene relación con delitos contra la propiedad o delincuencia común. Los robos o intentos de robo ocurren en el 85% de los casos en el espacio público, alrededor del 75% dentro de la comuna de residencia, y el 72% es sin violencia.
Concluimos, reducir estos guarismos es posible, basta con mirar a quienes lo hacen mejor. Más educación y prevención son un imperativo. Chile, está a pocos peldaños (los más difíciles) de alcanzar un estatus superior, la seguridad de personas y propiedad son indispensables para avanzar, se debe seguir perseverando.
Tomás Pablo Roa, presidente ejecutivo de Wolf y Pablo Consultores, S.L.