La marcha de la economía de Chile fue sometida a control, esta vez provino de la clasificadora de riesgo japonesa Japan Credit Rating (JCR) que le asigno un AA- al riesgo crediticio nacional.
JCR está considerada una de las principales en su campo en Asia. La nota alcanzada se encuentra por sobre las obtenidas de Standard and Poors, A+; Moody’s A1 y por encima de Fitch A.
Según las autoridades chilenas estos estudios obedecen a la atención, entre otros, de Estados y empresas interesados por invertir en Chile.
Los expertos japoneses sostienen que Chile cuenta con una institucionalidad estable y sólida y un manejo juicioso de su economía. "Gracias a la prudente gestión en virtud de su política de metas de inflación y la Ley de Responsabilidad Fiscal, la estabilidad y la solidez de la economía han aumentado a niveles cercanos a los de los países desarrollados", observa la JCR.
Recomiendan, que “sigue siendo un desafío crucial para el país agregar un nuevo impulso para cambiar la estructura económica sujeta a las fluctuaciones de los precios del cobre y otros recursos minerales".
Lo valioso de este reciente escrutinio radica en que otorga una mayor visibilidad a la economía chilena, de modo particular en el espacio asiático, pudiendo atraer a inversionistas con presencia global a invertir en activos chilenos.
De una parte debe entenderse como un benchmark para los considerados inversores corporativos interesados en emitir en yenes, de otro, como una oportunidad para aumentar y diversificar la base de inversionistas en el país.
Cambiemos de tercio y dirijámonos al norte de Europa. Igual de importante para Chile es el acercamiento estrecho que mantiene con Noruega. Hacia fines de marzo con motivo de cumplirse cien años de relaciones diplomáticas hay prevista una visita de Estado del rey Harald V y la reina Sonia. Lo hacen acompañados por una delegación empresarial de más de 60 empresas.
En palabras de la embajadora en Chile Beate Stiro, “tal como Noruega, Chile es un país comprometido con el libre comercio y ofrece un ámbito favorable para hacer negocios". El número de empresas noruegas presentes en territorio patrio ya suman 60.
Refiriéndose a los aspectos más valorados por los inversores noruegos al momento de implantarse en Chile, la Embajadora Stiro, cita la seguridad, el bajo riesgo político y económico, y contar con un sistema jurídico predecible.
Los sectores donde la colaboración es más cercana son en la industria del salmón y en el de las energías.
Existe en el área acuícola un intercambio intenso a varios niveles: entre empresas, entre las autoridades y entre las empresas y las autoridades. Hoy se cuenta con un memorándum de entendimiento entre los gobiernos de ambos países en materia de acuicultura. Asimismo existe una declaración de intenciones entre Noruega, Chile, Canadá y Escocia, en su calidad de principales productores mundiales de salmón.
Además, los noruegos cuentan con programa impulsado por Innovation Norway, llamado Global Growth, centrado en la acuicultura a través del cual se busca enseñar las posibilidades ofrecidas por Chile a la industria acuícola de Noruega
Al concluir, algunas cifras de interés entregadas por el Ministro de Hacienda Felipe Larraín. La inversión extranjera directa en proyectos nuevos creció hasta los 7.600 millones de dólares en 2018. En 2017 está significó 4.200 millones. Se han generado 14.000 puestos de trabajo.
El crecimiento chileno fue de un 4%. La recuperación económica estuvo fuertemente ligada a una mayor inversión, que habría crecido en torno a 5% y 6% en 2018. “Una mayor inversión permite un crecimiento más sostenible en el largo plazo”, dijo el ministro. Agregó que “esto se dio, en conjunto, con un incremento de productividad que pasó a terreno positivo, creciendo sobre 1%, y un alza importante del empleo asalariado privado”. Chile volvió a encabezar el crecimiento económico en América Latina junto a Perú.
Tomás Pablo Roa, presidente ejecutivo de Wolf y Pablo Consultores, S.L.