Comenzaron las vacunaciones masivas, más de cien mil personas acudieron en la jornada inicial, figuraban los autovalentes de noventa años en adelante, funcionaros de la salud y trabajadores públicos.
En 1422 puntos esparcidos de norte al sur, principiaron las inyecciones–hoy van más de 550 mil-, de Sinovac, ya llegaron 4 millones de dosis. Hay previsto la recepción de otros 9 millones en tres entregas a contar de fines de febrero y comienzos de marzo, serán algo más de 13 millones. Pfizer/BioNTech, a quienes el Estado chileno compró 10 millones, volverán con las entregas, esta vez serán 400 mil a mediados de febrero.
De otra parte, los creadores de Covax, estructura promovida por la Organización Mundial de la Salud, de Naciones Unidas y la Alianza para las Vacunas (GAVI) que persiguen asegurar el acceso de inoculantes a países en desarrollo, comunicaron el despacho de medicamentos producidos por Pfizer y AstraZeneca hacia fines de febrero de los cuales a Chile le corresponderían 957.600. La meta de este primer trimestre es alcanzar los 5 millones de chilenos vacunados con medias diarias muy por encima de las cien mil personas y al concluir el semestre alcanzar los 15 millones.
Las expectativas económicas irían a mejor a tenor de las opiniones vertidas por empresarios, inversores y economistas. Tan pronto se vayan acercando las dosificaciones a la inmunidad de grupo las proyecciones de crecimiento de la actividad económica tienden a subir, el rango oscila de 4% a 6% y algo más según se vayan dando las cosas. Cumplido los objetivos de inmunización marcados para la primera parte de 2021, el segundo semestre debería tener una expansión más intensa y sustancial. Por ahora flota en el aire una mirada positiva frente a lo que se avecina, ojalá se mantenga en el tiempo.
Para quienes están atentos a los movimientos de Chile con el exterior, especialmente en lo relativo a su condición de plataforma hacia y desde otros mercados. En breve se concluirán la modernización y profundización de los tratados que vinculan al país con la Unión Europea, la India, Corea del Sur, Indonesia y Hong Kong. Con Paraguay hay negociaciones y se espera la ratificación del Congreso de Brasil al acuerdo bilateral ya aceptado por Chile.
Sin duda, parte importante de la recuperación vendrá del extranjero, los intercambios comerciales y/o las inversiones son indispensable para la consolidación del despegue que ahora se está afrontando. Igualmente, los empresarios y emprendedores chilenos deben salir con sus propuestas a otros destinos de América, Europa, Asia, África u Oceanía, la existencia de pactos es un aliciente importante y facilitan la formalización de negocios.
La vocación internacional está plasmada en muy diversas materias tales como la protección de los océanos, la descarbonización, las energías limpias, la conservación de la Antártica y ser sede de los principales observatorios mundiales que observan el universo. Los avances conseguidos en las tres últimas décadas son incuestionables, por supuesto pueden mejorarse, pero lo alcanzado en tan poco tiempo puede ser considerado como épico, esto no excluye a nadie, involucra a la nación toda.
Una muestra más del buen hacer de Chile lo confirma el “Índice de Democracia” en su 13º edición elaborado por la Unidad de Inteligencia de The Economist que eleva a Chile al lugar 17 del mundo en el grupo de las 23 “democracias plenas” de entre 165 naciones y dos territorios analizados.
A nivel mundial, Noruega (9,81), Islandia (9,37) y Suecia (9,26) ocuparon los lugares superiores. Les siguen Nueva Zelanda (9.25), Canadá (9,24), Finlandia (9,20), Dinamarca (9,15), Irlanda (9,05), Australia (8,96) Países Bajos (8,96) completan la decena. Los trece restantes de este grupo son: Taiwán (8,94), Suiza (8,83), Luxemburgo (8,68), Alemania (8,67), Uruguay (8,61), Reino Unido (8,54), Chile (8,28), Austria ((,16) Costa Rica (8,16), Islas Mauricio (8,14), Japón, (8,13), España (8,12) y Corea del Sur (8,01).
Llama la atención que casi el 70% de los evaluados tuvieron una caída en los puntajes generales. El estudio hace una radiografía de la situación de la democracia en el planeta, sustentándose en datos de 2020, período de pandemia. La atención está puesta en cinco apartados: proceso electoral y pluralismo, funcionamiento del gobierno, participación política, y cultura política y libertades civiles.
Algunas conclusiones: un 49,4% de la población mundial vive en algún estado de democracia, mientras que sólo un 8,4% -23 países, entre ellos Chile- reside en una “democracia plena”. Esta categoría registró un alza de 2,7% en comparación a las cifras de 2019, con la adición de una nación asiática. En 52 países está instalada una “democracia defectuosa”, lo que corresponde al 41% de la población mundial; en 35 naciones existe un “régimen híbrido”, o sea, un 15% de los habitantes en el globo; mientras que hoy subsisten 57 regímenes autoritarios en el mapa (35,6% de la población).
Conforme al Índice de Democracia 2020, los chilenos reciben en el ranking un 9,58 en procesos electorales y pluralismo; un 8,21 en funcionamiento del gobierno; un 6,67 por participación política; un 8,13 en cultura política; y un 8,82 en libertades civiles.
Desde 2017, Chile se había mantenido en un crecimiento constante en los niveles de democracia, y en 2020 marcó su máximo, con 8,28. En 2006, fecha de partida de esta medición, el país alcanzó un 7,89 de promedio, que se mantuvo igual hasta 2010, cuando descendió a 7,67. Desde ahí se mantuvo dos años a la baja, marcando un total de 7,54, pero en 2013 esa tendencia fue revertida al anotar 7,80, que se elevó a 7,84 en 2015. La interrupción democrática habida a lo largo de su historia es algo excepcional.
Así, inoculaciones intensivas y apertura global en un marco de libertad, son elementos indispensables para el buen comercio y la inversión.
Tomás Pablo Roa, presidente ejecutivo de Wolf y Pablo Consultores, S.L.
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