Desde hace algunos años, no más de diez, ante la pregunta ¿dónde están las oportunidades de inversión en Chile hoy en día?, la respuesta no es tan fácil como en el pasado, en la actualidad existen numerosas opciones esparcidas por todo el territorio de la nación, todas atractivas.
En nuestra temprana juventud, en Chile, oíamos y leíamos lo peligroso que era para la economía nacional depender de un solo producto, nos referíamos al cobre. El 80% de lo exportado, y algo más, dependiendo del precio, lo constituía este metal rojo, el resto era testimonial. Era sagrado en las noticias del día recibir el precio de la libra de “Cu” a la apertura y cierre de la Bolsa de Metales de Londres.
Había motivos reales para preocuparse, en la memoria de nuestros mayores de entonces flotaba el recuerdo de lo sucedido con el salitre (llamado nitrato de Chile en España), en plena primera guerra mundial comenzó a ser sustituido por abonos artificiales creados en Alemania. El golpe de gracia de los fertilizantes sintéticos tuvo lugar en plena crisis económica de 1929, sus efectos de se vieron impactado, además, por la caída de la principal mercancía comercializada, el PIB chileno no solo cayó, se derrumbó, a nivel mundial fue uno de los que más sufrió.
La consigna de estas últimas cuatro décadas ha sido diversificarse en bienes, mercados e inversiones. Chile entero movilizado para alcanzar este cambio cuestión que continúa plenamente vigente y en continuo desarrollo. Las infraestructuras levantadas a lo largo de loca geografía local permitió incorporar la oferta de la totalidad de regiones -16-, al mundo a precios muy atractivos y competitivos. Actualmente las tecnologías están tomando posición dentro de las empresas interesadas en ser más pujantes con sus propuestas allí donde van.
Así, cada sector industrial es un universo de posibilidades para inversionistas, exportadores o importadores. En la búsqueda de la singularidad innovar de modo permanente proporciona ventajas, estar atento a lo que sucede en los mercados globales es una obligación.
Uno de los tantos ejemplos en la parcela agroindustrial son las cerezas. No es la única, vean si no los datos de arándanos, manzanas, kiwis, ciruelas, nueces, avellana europea, melocotones, uvas, aceitunas, aguacates, la lista sigue, es extensa.
Temporada 97/98, las expediciones de cerezas a destinos internacionales sumaban entre 2500 y 2800 toneladas. Temporada 2020/21 los envíos superan las 350 mil. Por volumen es la tercera fruta tras las manzanas y la uva, pero en valor lidera el nicho frutícola acercándose a los 2 mil millones de dólares anuales. No crean que solamente hay un mayor número de árboles plantados, añadan investigaciones varietales, cultivos intensivos, cosechas planificadas, textiles plásticos, logísticas en embalajes, manipulación en puertos y en algunas partidas utilizan un corredor aéreo. Cada especialidad dentro de este cultivo (y de otros) abre ocasiones para ampliar la compañía o adquirir servicios de terceros el plan es superarse y mantener los liderazgos conseguidos.
Hablemos ahora de las energías renovables. La meta a 2025 era conseguir que el 20% la energía generada en Chile provenga de fuentes renovables no convencionales. Pues bien, el objetivo ya ha sido sobrepasado, actualmente significa un 24,6% de lo producido. Atentos a esto, el Reporte Energético de febrero de la Comisión Nacional de Energía (CNE) registró 112 proyectos solares fotovoltaicos en construcción (con capacidad de 3.116 MW), de un total de 162 centrales de generación eléctrica.
¿Qué espacios quedan para inversionistas o export-import? Muchos. Los elementos necesarios para la construcción de plantas y/o compañías operadoras, o innovadores en placas solares, fabricantes de trackers, limpiezas de paneles, almacenamientos, etc., pueden ser ocupados. Ya no decimos vengan a levantar una planta solar, que también, sino existen tantas cosas más relacionadas a los proyectos que la enumeración crece y se expande.
Intercambiar excedentes energéticos. En estos momentos está en estudio por la Comunidad Andina (CAN), compuesta por Bolivia, Colombia, Ecuador y Perú, y al que Chile se uniría, unos reglamentos propuestos para ser aprobados proponiendo la integración energética de los cinco países. No le suena a algo así como la Comunidad del Acero y el Carbón de la Unión Europea en sus orígenes. Los inversores podrán establecerse en cualquiera de estos países materializando propuestas favoreciendo a los cinco contratantes.
Volviendo a Chile. Vean la fuerza con la que esto está avanzando, en el Servicio de Evaluación Ambiental (SEA) han constatado entre 20218-2021 un aumento sostenido del ingreso a evaluación de emprendimientos energéticos: en 2018 hubo 142, en 2019 fueron 212, y en 2020 ingresaron 383. Si nos remitimos a los primeros trimestres de cada año la secuencia queda como sigue: 34 proyectos ingresados en 2019, 111 en 2020, y 131 en 2021.
Saltemos a la minería. Aprobaron el trámite ambiental preceptivo un conjunto de cien (100) proyectos mineros según el Departamento de Gestión de Proyectos del Ministerio de Minería, correspondiente al mes de marzo. La inversión prevista: 25.681 millones de dólares y prevén más de 83 mil nuevos empleos: 57.282 en la etapa de construcción y 23.619 en la fase de operación.
Reservamos para sucesivas columnas darles una pincelada sobre el hidrógeno verde, el litio, forestal, celulosa, pesquero, acuícola, construcción, infraestructuras, salud, financiero, turismo, industrias creativas, audiovisual, tecnologías, astronomía o servicios, etc. Chile ambiente de negocio dinámico y terreno fértil para crecer en el hemisferio sur del planeta.
Perdón, casi lo olvido, el cobre sigue siendo importante, pero su peso en la canasta exportadora oscila entre 47% y un 55%, su precio exhibe una tendencia a subir.
Tomás Pablo Roa, presidente ejecutivo de Wolf y Pablo Consultores, S.L.
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