Uno de los sectores de Chile y el mundo que más ha sufrido la consecuencia de esta pandemia es el sector terciario uno de los más intensivos en empleos.
La interacción social es uno de sus distintivos más destacados de los servicios, los confinamientos y cuarentenas junto a restricciones de movilidad han influido de modo determinante en la reducción de esta actividad y en el aumento del desempleo originado.
En su auxilio, a fines de 2020, el día de Navidad, comenzaron a inyectarse las primeras vacunas y el grueso de las inoculaciones a contar de mediados de enero en adelante. A día de hoy Chile camina a paso firme a una inmunidad de grupo, objetivo principal para alcanzar visos de una mayor normalidad.
Una fotografía rápida sitúa en los servicios a la Educación, Transporte, Sanidad, Comercio –mayorista y minorista-, Financieros, Turismo, Jurídicos y Legales, Hostelería, Ocio y Cultura, Medios de Comunicación, Servicios Públicos, Inmobiliarios y Vivienda, Telecomunicaciones, y algunos más, todos sin excepción de una gran relevancia para el desarrollo de la sociedad chilena y de cualquier nación.
Con motivo de la presentación del “Manual para el Exportador de Servicios, Aspectos Regulatorios y Tributarios”, los ponentes entregaron cifras sectoriales a tener en cuenta. En efecto, las tareas terciarias explican más del 60% del PIB chileno y atención, el número de trabajadores equivale a algo más del 70% de la masa laboral nacional.
Sus exportaciones todavía no alcanzan el 20% de los envíos. Durante el pasado año estas cayeron algo más del 30% fundamentalmente por la minoración (salvaje) de los viajes. Por el contrario, la cara amable vino de la mano de los servicios financieros, telecomunicaciones e informática, crecieron un 8% en medio del ataque viral.
Prochile, responsables de la promoción de la oferta exportable de bienes y servicios chilenos, indicó un alza del 26% en los despachos al exterior de este primer trimestre de 2021 con respecto a igual período anterior, asumiendo una baja tasa de comparación exhibida entonces. El ente promotor resaltó la incorporación de “más innovación y digitalización en los modelos de negocio” en las nuevas comercializaciones que se cierran.
Sin desconocer la tremenda importancia de cada uno de los nichos sectoriales mencionados, y con la mirada puesta en atraer más negocios e inversiones a Chile, deseo detenerme escuetamente en dos, a modo de información, volviendo a insistir en la relevancia del conjunto sin exclusión, en alguna ocasión más adelante nos iremos refiriendo a los demás.
A modo de advertencia, tengan presente que aún la mayor parte de los continentes siguen sumidos bajo los efectos del Covid-19, la nueva radiografía general y particular de la economía de los países está siendo confeccionada a diario, todavía pasara algún tiempo antes de conocer algo más o menos definitivo del estado de la situación.
Bien, hablemos del sector financiero chileno, considerado como el mayor y más desarrollado de Sudamérica, es el más sofisticado y uno de los más rentables del planeta. Cuenta con más de 20 bancos y muchas representaciones bancarias extranjeras con asiento en Chile. Además, de otras clases de entidades financieras y de inversión (Afp, Seguros, Fondos de Inversión) con roles muy definidos. Santiago de Chile fue incorporado como uno de los centros financieros del hemisferio sur en fecha reciente.
Quienes no valoren o no sean conscientes del significado que subyace tras toda esta estructura económico-financiera indispensable para que Chile y la región crezcan, decirles que su sola presencia permite aminorar riesgos, transferir recursos, genera información e incentiva en cada momento los emprendimientos empresariales que mejor comportamiento muestran en el mercado tras los cuales suelen haber nuevos puestos de trabajo. Mientras más amplio, profundo, eficiente y seguro sea, será una señal de que se está ante una economía desarrollada y en ebullición.
Pasemos al sector del comercio minorista, intenso en ocupaciones, hasta no hace mucho atraía a personas de toda la región en el llamado “turismo de compras”. Desde marzo/abril de 2020 las entradas y salidas de Chile han estado restringidas cumpliendo con las instrucciones emanadas del Ministerio de Salud dirigidas a controlar los contagios provocados por el coronavirus. A esto sumamos los cierres y/o las limitaciones de movimiento a nivel local.
Con todo, junto a una expansión dentro de Chile las grandes empresas del retail Cencosud, Falabella, Ripley y La Polar dieron un salto hacia Latinoamérica hace algo más de diez años, llegan con sus propuestas a unos 450 millones de consumidores. Países en los que están presentes Argentina, Brasil, Colombia, Perú, Uruguay y México. Además, de las tiendas de departamento, unas tienen negocios de materiales de construcción para casa, ofertas para hogar, Bancos, etc. Chile cuenta con una población próxima a los 20 millones de habitantes, para crecer debían salir si deseaban seguir haciéndolo.
¿Qué pasos deben seguir ahora estos comercios? Digitalización de las empresas, el que no lo esté, mejor no abra. Penetración del e-commerce ha sido la solución, la logística empleada para reducir los tiempos de entrega es vital y la omnicanalidad, es decir, online y offline, integrados cualquiera sea la forma de comprar, presencial, ordenador o móvil.
En resumen, tanto el financiero como el comercio pueden ser receptores de nuevas innovaciones, son sectores dinámicos y punteros, buscan activos de alto valor para mejorar sus operaciones allí donde se establecen, ya sea para mejorar su competitividad, que los clientes tengan mejores experiencias, o para producir ahorros en la gestión del día a día.
Tomás Pablo Roa, presidente ejecutivo de Wolf y Pablo Consultores, S.L.
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