A falta de contabilizar diciembre y cerrar formalmente el ejercicio, la inversión extranjera directa (IED) en Chile superará de largo lo recibido en 2020.
Conforme a información emanada del Banco Central de Chile, el montante a noviembre de 2021 está en los 15.995 millones de dólares, un 72% más que en similar período de 2020. Está por encima en un 41% del promedio de lo llegado en el último quinquenio y en un 13% más de la media de la serie 2003-2021.
Asimismo, la IED de 2021 estará próxima a los 20.879 millones de dólares de 2015, es decir, sería la anotación más elevada de entonces a la fecha. Este resultado unido al incremento de los intercambios del comercio exterior de Chile -186 mil millones- confirman la bondad de ser un mercado abierto.
En palabras del director de InvestChile, Andrés Rodríguez, Chile se estaría muy por sobre los flujos medios proyectados de IED para el orbe de un 10% a 15% por la Conferencia de la Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD), ente que apoya a los países en desarrollo en su incorporación a la economía globalizada. Además, acota “esto quiere decir que el flujo de capitales extranjeros que Chile registró durante 2021 excede cualquier potencial efecto rebote por una base de comparación baja, considerando los efectos de la pandemia en la inversión extranjera global en 2019”.
Una cifra interesante proviene del Índice de Inversión en Maquinaria y Equipos que elaboran Sofofa y el Centro de Encuestas y Estudios Longitudinales UC, la cual alcanzó su subida mensual número 15 de modo consecutivo. En efecto, en octubre último superó en un 37,7% lo obtenido en el mismo trimestre móvil del año pasado. A mediados de 2021 el indicador exhibió alzas de más de un 70% comparado a igual ciclo anual precedente.
Igualmente, siempre dentro del contexto de la IED, representantes de la Cámara Chile Norteamericana de Comercio, AmCham Chile, acudieron a la Convención Constitucional encargada de redactar una propuesta de texto constitucional, donde subrayaron la importancia de las compañías estadounidense para los chilenos. Manifestaron que la nación del hemisferio norte mantiene un stock de IED “cerca de los 32 mil millones de dólares” en suelo patrio.
AmCham, estima “nosotros creemos que el próximo salto de desarrollo puede ser también acelerado por la infraestructura tecnológica y digital. De hecho, Chile ya ha atraído fuertemente inversión extranjera y estadounidense en este aspecto”.
Las empresas provenientes de Estados Unidos según AmCham crean transferencias de buenas prácticas en áreas claves como desarrollo sostenible, gobiernos corporativos, educación, diversidad e inclusión y transformación digital. Enfatizaron que los valores claves para que estas inversiones continúen llegando a Chile están vinculados a la “calidad e independencia de las instituciones económicas; seguridad jurídica y Estado de Derecho; respeto a los tratados internacionales suscritos y ratificados por Chile; igualdad y no discriminación arbitraria en materia económica; libertad económica o de emprendimiento; y derecho de propiedad”.
Otro actor muy importante de la IED presente en el territorio austral es España, desde hace más de cuarenta años que sus multinacionales y sobre todo medianas y pequeñas están emplazadas por toda la geografía local de norte a sur, su presencia es visible en infinidad de sectores, han sido grandes compañeros de viajes en este camino hacia el futuro y más que lo serán.
La Cámara de Comercio de España en Chile (Camacoes), constata que los inversores españoles son responsables de 300.000 puestos de trabajo entre directos e indirectos y aportan un 5% de la recaudación tributaria del impuesto de la renta. Los rubros tradicionales de las empresas españolas en Chile son Financiero, Telecomunicaciones, Energías Renovables, Servicios, Seguros, Logístico, Agrícola, Pesquero, Turismo, Forestal entre otros.
El 31% de la inversión exterior española ha ido dirigida a América Latina, hablamos de 162 mil millones de dólares, Chile debe ser uno de los mayores receptores, a 2020 había en stock de 21 mil millones de dólares. Un sondeo realizado recientemente por Camacoes entre las firmas españolas presentes en el país un 54,9% mantendrá el mismo volumen de adquisiciones. La interpretación es que esperarán a conocer las políticas públicas de las nuevas autoridades que asumirán el 11 de marzo.
De momento, Chile aparece en el grupo de los llamados emergentes de ingresos altos, antesala del grupo de los Desarrollados, son muchos los inversionistas venidos de más de un centenar de naciones amigas que han hecho posible esta realidad. A 2020 el stock total de IED en Chile suponía los 276 mil millones de dólares, cantidad no muy alejada del 100% del PIB chileno estimado en 300 mil millones en esa fecha. La procedencia es global, los más destacados son Estados Unidos, Canadá, España, Reino Unido, Italia, Países Bajos, Australia, Nueva Zelanda y una extensa lista. China debería figurar este 2021 con importantes transacciones realizadas en los dos últimos años.
No hay duda alguna acerca del decisivo papel ejercido por la IED en el crecimiento y desarrollo económico de Chile, por lo pronto han mejorado la competitividad de la oferta chilena, unido a la llegada de nuevas tecnologías, ha sido decisiva su contribución a la apertura de nuevos destinos junto a los recursos indispensables para avanzar. La minería es uno de los sectores más favorecidos, aunque hubo tres años en que el financiero estuvo a la cabeza (2016-2018). La electricidad, gas y agua, construcción, entre otros tantos son objetivo de los capitales extranjeros. La educación debería tener un espacio estelar en un Chile deseoso de contar con capital humano de calidad.
Tomás Pablo Roa, presidente ejecutivo de Wolf y Pablo Consultores, S.L
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