¡Alto el Fuego! No hay excusa alguna para justificar la mortandad, destrucción y desastre en suelo ucraniano, ni en ningún lugar de nuestro mundo.
Las vivencias de ahora –aunque algunos no lo vean o sientan-, están condicionado el acontecer político, económico y social de cualquiera sea el lugar a donde dirijamos la mirada. Mientras más tiempo duré no solo será un acto criminal sobre Ucrania, sino, también, tiene y tendrá repercusiones en el despegue de la actividad en gran parte de las naciones afectadas por la pandemia y otras calamidades.
Se habla insistentemente que está invasión viene siendo preparada fríamente desde hace mucho tiempo, las conversaciones previas del gestor de este salvajismo con distintos representantes de varios gobiernos han sido un simple paripé lo cual nos devuelve a épocas pretéritas, inocentes nosotros por creerlas ya superadas.
Esperamos una reacción universal, donde quede claro que esto no es solo una cuestión europea o estadounidense, envuelve a la humanidad en su conjunto, debe servir de mensaje para los iluminados, estén donde estén, planificadores de bestialidades como esta.
Sin dudarlo, lo más doloroso es la situación de personas y familias, cualquier perdida o ganancia a conseguir allí donde sea como resultado de esta masacre no justifica el eliminar ninguna vida sea del color que sea. Sentarse a dialogar es lo más sensato, aunque lleve días, meses o años, las actuales o futuras generaciones seguro encontraran la solución más adecuada.
Quiénes pergeña el invadir y arrasar Ucrania viéndolo como la solución más conveniente a sus intereses están totalmente equivocados, con sus actos y tropelías solo están derivando para el futuro los problemas que podrían resolverse con la buena voluntad de los actuales contendientes. De no hacerse habrá un peligro latente de posibles revanchismos de supervivientes y/o descendientes de los inocentes ajusticiados proponiendo cruzadas para recuperar lo perdido.
Asimismo, queda confirmado el alza con creces de algunos productos considerados como commodities. El trigo evidenció incrementos hasta casi el 60% en estos últimos días. El petróleo WTI alcanzaba los 108 dólares el barril, en tanto que el Brent los 118 dólares, anticipando en el mediano y corto plazo efectos inflacionarios por todo el orbe.
Esto está aconteciendo cuando Chile prepara la ceremonia del cambio de mando en la presidencia del país el próximo viernes 11 de marzo, una tradición republicana que tiene sus inicios en 1823.
En efecto, el presidente saliente Sebastián Piñera Echenique entregará el mando de la nación a Gabriel Boric Font, vencedor en segunda vuelta del ballotage con el 55,87% frente a José Antonio Kast, con un 44,13%.
Ya desde hace algunas semanas los Ministros salientes y entrantes han venido manteniendo reuniones con el fin de coordinar y traspasar información medular para hacer un cambio tranquilo más allá de las diferencias legítimas entre unos y otros.
Este evento tendrá lugar en el Salón de Honor del Congreso Nacional en la región de Valparaíso (a 120 kilómetros de Santiago), acto que viene realizándose desde 1990 en esta ciudad. La investidura es un acontecimiento de carácter protocolar considerado como una transición formal del poder al nuevo presidente. Así, el secretario del Senado informa al Congreso la resolución del Tribunal Calificador de Elecciones que proclama al presidente electo ganador de las pasadas elecciones.
Seguidamente, el nuevo Presidente jura o promete “desempeñar fielmente el cargo de Presidente de la República, conservar la independencia de la Nación, guardar y hacer guardar la Constitución y las leyes”. A renglón seguido el presidente que concluye su mandato hace devolución de su banda presidencial al presidente del Senado, quién a su vez la traspasa al presidente designado.
Al concluir, el Presidente asumido toma juramento o promesa a quienes se desempeñarán como sus ministros de Estado y se levanta la sesión del Congreso. De otra, las delegaciones extranjeras presentes serán recibidas el día 10 de marzo en la Municipalidad de Santiago de Chile en audiencia por el presidente en ciernes Gabriel Boric y su pareja Irina Karamanos y al día siguiente asisten a la sesión de investidura.
Hasta el momento hay varios representantes de naciones americanas y europeas invitados. La Casa del Rey de España confirmó la presencia de Don Felipe. Normalmente la delegación española a “tomas de posesión” suele acudir el Rey y el Ministro de Relaciones Exteriores. En esta ocasión se unirán las ministras de Unidas Podemos, la Vicepresidenta segunda del Gobierno, ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, y la ministra de Igualdad, Irene Montero.
Chile reprobó la invasión a Ucrania. Gabriel Boric, antes de asumir condenó “la invasión a Ucrania, la violación de su soberanía y el uso ilegitimo de la fuerza”. “Nuestra solidaridad estará con las víctimas y nuestros humildes esfuerzos con la paz”, dijo. De esta manera compartió los dichos del presidente en ejercicio Sebastián Piñera repudiando “la agresión armada de Rusia y su violación a la soberanía e integridad territorial de Ucrania”.
Cuando en naciones como Chile los gobiernos de los últimos 40 años han tenido entre sus principales objetivos abrirse a la comunidad internacional y resolver sus conflictos por la vía sosegada, Rusia nos retrotrae a los inicios de la primera guerra mundial, hoy algo inaceptable en una Tierra hiperconectada, su actuar es un desafío –sean los motivos que sean-, a la convivencia pacífica de los pueblos.
Tomás Pablo Roa, presidente ejecutivo de Wolf y Pablo Consultores, S.L
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