Chile ya está siendo liderado por el presidente Gabriel Boric, el mandatario más joven de cuantos ha habido hasta ahora, sus 36 años significan una renovación generacional de proporciones, deberá dialogar con partidarios y opositores copiosamente y sobre todo actuar con tiento respetando los procedimientos y tiempos ante transformaciones de envergaduras.
En una reciente entrevista realizada a su Ministro de Hacienda, Mario Marcel, ex presidente del Banco Central de Chile (BC), renunció al comienzo de su segundo período en el banco en enero de 2022, para asumir la cartera de Hacienda del nuevo gobierno a propuesta del Presidente entrante, refiriéndose a porqué creía haber sido designado para su nuevo rol político decía en el diario El País, “Boric lidera un proceso de cambio profundo, pero quiere que este sea ordenado y sostenible en el tiempo. Para eso es importante tener un buen manejo de las finanzas públicas y la economía.
En Chile y otros países de la región hemos tenido muchos Gobiernos que quisieron hacer reformas importantes, pero tuvieron que abandonarlas porque la economía falló. Tenemos experiencia abundante desde la cual valorar la importancia de la prudencia fiscal, no para dejar las cosas como están sino para permitir que los cambios sean duraderos” respondió.
El adecuado desempeño de Marcel al frente del BC, organización muy bien valorada a nivel internacional, ha dotado al Presidente y el equipo que lo acompaña la credibilidad mínima para abordar las conversiones a emprender.
De qué renovaciones hablamos. Según el Ministro “van en el sentido del desarrollo de un Estado de bienestar, con derechos universales. Por eso el programa de Gobierno contempla una reforma tributaria bastante ambiciosa. Las metas de recaudación que se han planteado de 5% del Producto en cuatro o cinco años es más que la suma de las dos grandes reformas que hemos tenido en democracia”, dijo.
Refiriéndose a la situación de la economía nacional apunta “la recuperación, a nivel agregado, ha sido dinámica, alcanzándose un nivel de actividad que ya es bastante superior que el que teníamos antes de la pandemia o del estallido social. Pero como parte de eso se ha logrado con un boom de consumo alimentado por el aporte de liquidez a los hogares, no necesariamente es sostenible. La economía chilena se irá rebalanceando, con más inversión y consumo más moderado. Las finanzas públicas también deben entrar en una senda de consolidación después del gran esfuerzo fiscal para contener el impacto de la crisis” matizó.
Consultado acerca de cómo atraería a un inversor a que pusiera su dinero en territorio andino, contestó “le diría que Chile es un país de oportunidades, porque tenemos una base muy sólida y nos estamos haciendo cargo de nuestras debilidades. Mientras por un lado tenemos una buena infraestructura tecnológica para la economía digital, nos falta calificación de nuestros trabajadores. Inversiones que vayan acompañadas de capacitación deberían tener una proyección significativa. En un mundo que valora la economía verde, Chile ha avanzado mucho el desarrollo de energías renovables, tratamiento de aguas, preservación de espacios naturales. Lo que hace 10 años atrás se podía ver como una complicación para la inversión, hoy día pasa a ser una ventaja competitiva. Y somos un país que valora tanto las instituciones, que estamos resolviendo un gran conflicto social por la vía de actualizarlas, partiendo por la Constitución” puntualizó.
A comienzos de marzo el Banco Central dio a conocer que el flujo de inversión extranjera directa (IED) recibido en enero fue de 1.607 millones de dólares, equivale a un 110% más de lo materializado en igual mes del año anterior, manteniendo el ritmo de los meses previos.
La IED ingresada alcanzó los 16.782 millones de dólares, un 97% más de lo obtenido en 2020. Este monto es considerado como el mejor registro logrado desde 2015 cuando esta llegó a los 20.879 millones de dólares. Lo plasmado en 2021 superó con creces el porcentaje promedio estimado de IED a nivel mundial de entre 10% y 15% por la UNCTAD.
Hace tres días el BC publicó los datos de cuentas nacionales con la nueva compilación de referencia, base 2018. Así, se corrigieron a la baja el crecimiento habido en 2020 de -5,8 a -6% y el de 2021 de 12% a 11,7%. El incremento entregado para enero de 2022 fue corregido de un 9% a un 9,6%. Por su parte el déficit fiscal en cuenta corriente alcanzó un 6,6% del PIB.
Asimismo, el comercio internacional chileno repuntó fuertemente, uno de los sectores más favorecido ha sido el de servicios a consecuencia de la mejora observada en el comercio global. A su vez las importaciones avanzaron vigorosamente, principalmente por la reposición de inventarios.
"El último trimestre del año, tuvo un crecimiento considerablemente más moderado comparado al tercer trimestre"; “los principales ajustes recaen en el consumo durable, que está teniendo una caída respecto de los trimestres anteriores”, declaró el Ministro de Hacienda en T13 Radio.
Igualmente, la inflación en febrero dio un respiro al crecer solo un 0,3%, eso sí, interanualmente está en un 7,8%, la consigna ahora es contener la demanda, en gran parte deberá hacerse vía política monetaria. Podría subir algo más, para acabar los doce meses en alrededor de un 7%.
Finalmente, una de las causas que está impidiendo que la economía vuelva a su cauce expansivo es el alto precio de la electricidad, el gas, los combustibles, hace unos meses la razón de estas subidas estaba en el aumento de velocidad de los recortes de emisiones de gases efecto invernadero en cumplimiento de los Acuerdos de París de 2015 sobre cambio climático. Pero a contar de febrero último debemos sumar la invasión de Ucrania algo inimaginable e inexcusable en el siglo XXI, son algunas las cuestiones que están frenando la vuelta de la normalidad.
Chile no es ajeno a esto, el nuevo gobierno deberá tener en cuenta esta realidad antes de impulsar saltos bruscos, recuperar la actividad económica es prioritario y fortalecer la educación y el conocimiento de las tecnologías si desea redistribuir.
Tomás Pablo Roa, presidente ejecutivo de Wolf y Pablo Consultores, S.L
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